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viernes, 15 de noviembre de 2013

Una historia de película: El Estanque y la Peregrina

   Hoy vamos a contar una singular y bonita historia sobre dos maravillosas gemas, se trata de dos gemas que se unieron en un momento dado en la historia, permanecieron mucho tiempo juntas, más tarde las separaron y luego una desapareció y la otra todavía seguirá añadiendo líneas a su magnífica historia.


  Estamos hablando del fantástico diamante “El Estanque” y de la formidable y gran perla “La Peregrina”, las dos gemas con una historia de película y de las que se han escrito multitud de de páginas sobre ellas y aquí estamos nosotros para añadir alguna más a el conocimiento de nuestros amigos y seguidores del blog.








   Empezaremos hablando de la perla “La Peregrina” con forma de lágrima o pera con unos 58,5 quilates según un documento de esa época. Fue descubierta 1515, o al menos algunas fuentes así son como lo señalan, dentro de dos años cumplirá 500 años de su aparición y dicen que fue descubierta por un esclavo en Panamá al que se le otorgó la libertad a cambio de esta perla.





    Vasco Nuñez de Balboa en su periplo por encontrar tierras ricas en oro se enteró que había un lugar en donde se encontraban una gran cantidad de perlas en unas islas donde regía un cacique que mandaba en esa región. Balboa se lanzo rápidamente en la busca de ese territorio a pesar de no ser las fechas apropiadas por las condiciones climáticas adversas para dicha incursión en canoa, siendo el mes de octubre de 1513, dicen que apenas divisar las islas nombró a la isla más grande La Isla Rica(hoy Isla del Rey) y a toda la región la llamó El Archipiélago de las Perlas, nombre que se mantiene en la actualidad y que probablemente pudiera ser la zona u origen en donde pudo quizás ser encontrada ”La Peregrina” al ser un lugar donde se recogían perlas de grandes tamaños.

   Se le llamó “La Peregrina” no por su extenso bagaje y ajetreo sino por su forma, pues en aquellos tiempos se le decía peregrino a algo extraño o especial. Aunque también se le denomino “La Sola”, “La Huérfana” y “La Margarita”.



    Tras salir la perla de Panamá fue llevada a Sevilla y en 1580 se entregó a Felipe II el Alguacil Mayor de Panamá Don Diego de Tebes, y por lo visto es la primera referencia documentada.

   Hay diferentes opiniones de que Felipe II, llamado “El Prudente”, después de que falleciera su primera esposa y prima María de Portugal se la regaló a su segunda esposa la Reina María Tudor de Inglaterra, llamada por los protestantes “La Sanguinaria” o “Bloody Mary” como el conocido coctel. Tenemos un retrato precioso de cómo luce una gran perla en el cuadro que realizo el pintor retratista holandés Antonio Moro.

   Pero por lo visto no coinciden las fechas. Felipe parte para Flandes en agosto de 1555 por asuntos de estado y para ver a su padre Carlos V,  vuelve a Inglaterra en 1557 convertido en rey de España y las Indias, Nápoles y Sicilia, señor de Flandes y duque de Milán. Si la perla la obtuvo entre 1579 – 80 no podemos decir que es “La Peregrina” pues María Tudor fallecía en Noviembre de 1578.


   Es complicado saber con certeza si es “La Peregrina” la que luce en muchos de sus retratos o es otra perla pues con este baile de fechas no coincide con que pudiese ser “La Peregrina” pero lo que sí es seguro, no se sabe cómo, es que al morir María Tudor la perla regresó a España.


   El Estanque es un diamante que tenía un peso de 100 cts en bruto y que lo compró Felipe II en Amberes por un precio de unos 80.000 escudos de oro a un comerciante flamenco llamado Carlo Affetato. Dicen que el diamante fue tallado en Madrid por el lapidario de la corte llamado Jacome da Trezzo pero existen otras fuentes que indican que se tallo en Sevilla. La forma es cuadrada, con gran trasparecía y por su tono acerado se le denomino “El Estanque” pasando a formar parte del “Joyel de los Austrias” y por supuesto a las joyas de la corona de España.


   Se montó en un gran broche junto a la gran perla “La Peregrina”. Esta pieza fue obsequiado por Felipe II a su tercera esposa la Princesa Isabel de Valois.


   La perla es lucida por todas aquellas reinas que estuvieron en el trono de España y pintada sucesivamente por distintos pintores.


Isabel de Valois


Ana de Austria



Felipe III con la perla en un pinjante de sombrero

   Se llegó a decir que se había quemado junto a otras piezas pero lo cierto es que permaneció en los diferentes reinados, pues eran joyas que debían de pasar y heredarse de padres a hijos asegurando su estado y conservación por su gran valor histórico.



   Con la Guerra de la Independencia el invasor provocó el robo y saqueo de las joyas de la corona, con los Borbones en el exilio, José Bonaparte se apoderó de “La Peregrina y el Estanque” en 1808 y es este año cuando salen de España destino París hacia las manos de la consorte del  rey  “Pepe Botella” o José Bonaparte, llamada Julia Clary.


   Años más tarde y después de perder el trono de España la pareja se separa y Bonaparte se marcha a los Estados Unidos con una nueva amante y “La Peregrina”.

   
   Vuelve a Francia en los años 40 y se trae la perla de vuelta a Europa, decide dejarla en herencia a su cuñada la antigua reina Hortensia de Holanda para que le sirva de apoyo y poder pagar las incursiones en políticas de su hijo el que sería Napoleón III, que probablemente en 1848 por problemas económicos, la vendió al Marqués de Abercom y se dice que como su esposa se negó a taladrar la perla la perdió en varias ocasiones teniendo la suerte de reencontrarla siempre.

       
   Lo que si desaparece para siempre es el diamante “El Estanque” que tras muchas ventas y cambios de manos, se piensa que fue retallado para que no pudiese ser reclamado ni reconocido como ese diamante histórico perteneciente a la corona española por siglos. Aunque se piensa que pudo pasar a ser parte de las joyas de la familia imperial rusa, pero la suerte que corrió el tesoro imperial ruso tras la revolución fue igual que la de sus monarcas, desaparecieron.




Margarita de Austria
Isabel de Borbón
Ana de Austria
   Se cuenta que el rey Alfonso XIII  quería obtener la perla para regalarla a la que sería su futura esposa la Princesa Victoria de Battenberg y así poder recuperar de nuevo aquella joya con una gran historia unida a la corona española. Al parecer una firma inglesa joyera compra la perla a la familia Abercorn en 35.000 libras y por lo visto es ofrecida al monarca español, pero no se llega a un acuerdo por su elevado precio y se vende al multimillonario Judge Geary y luego en 1917 la adquiere Henry Huntingdon.



Victoria Eugenia y Alfonso XIII




  En Enero de 1969 se subasta en la galería Parke Bernet de Nueva York y la subasta obtiene un gran expectación por la subasta de tan histórica perla, nada más y nada menos que “La Peregrina”. La mayoría de las pujas se detuvieron en los 15.000 $ y hasta los 20.000 $ llegó la puja de Don Alfonso de Borbón pues estaba convencido de que aquella era “La Peregrina”. La subasta la ganó por 37.000$ el actor Richard Burton por la cantidad en pesetas de la época 2.590.000 pesetas y fue un regalo que le realizó a su esposa y gran actriz Elizabeth Taylor por su cumpleaños. A los pocos años, concretamente en el 71 – 72, los actores vinieron a Tenerife y compraron terrenos en el sur hospedándose en el Hotel Moreque y en Santa Cruz de Tenerife en el Hotel Mencey.


   Supuso una gran contrariedad para la casa real española el no haber podido recuperar la ansiada perla y el representante D. Luis Martínez de Irujo, Duque de Alba, reunió a la prensa en Suiza para manifestar que la perla vendida en la subasta de Nueva York no era la famosa y autentica perla “La Peregrina” diciendo que la autentica perla se encontraba en poder de la Reina Victoria Eugenia que había sido regalada por Alfonso XIII en su boda mostrando una perla en forma de gota que hoy en día la tiene la Reina Sofía, pero nada más lejos de la realidad pues la propia casa de subastas muy bien asesorada por expertos tasadores de joyas desmintieron la afirmación realizada siendo otra perla en forma de gota la que posee la casa real española y que Doña Sofía luce en algunas ocasiones.



   Como curiosidad y para añadir alguna anécdota más a esta increíble perla cuenta Elizabeth Taylor en un libro llamado “Mi historia de amor con las joyas”  que en una ocasión estando hospedada en el hotel Caesar´s Palace de Las Vegas con Richard Burton se le cayó la perla sobre una alfombra, se descalzó e intentó encontrar la perla repasando suavemente con los pies la alfombra y aunque la buscó por toda la habitación no la encontraba, resulta que su perrito de la raza "french poodle" o caniche enano, la tenía en la boca de donde la sacó con sumo cuidado.


 


















   Aquí se le ve en la película “Ana de los mil días” de 1969 donde lucio la perla, y en la foto de al lado en el nuevo collar donde luciría la perla realizado por la magnífica firma Cartier con rubíes y diamantes.



  
 Por último, Liz Taylor fue propietaria de la perla hasta que falleció de insuficiencia cardiaca el 23 de marzo de 2011, la perla fue subastada en diciembre del mismo año con otras joyas de la actriz y el collar de “La Peregrina” fue vendido en 9 millones de euros.













 



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